La Pesquería de Langosta en Cuba:Una Década Después de la Implementación de Cuotas de Captura

Resumen

Después de un incremento del esfuerzo de pesca entre 1993 y 1999, sin resultados en la captura de langosta, se produjo una reducción continuada del esfuerzo, se aplicaron nuevas medidas regulatorias y se perfeccionaron las existentes en esta pesquería. Entre 2002 y 2007, la talla mínima se incrementó de 69 a 76 mm largo cefalotórax y la temporada de veda de 3 a 4.5 meses. Se mantuvieron las restricciones en número de artes de pesca, la prohibición de desembarcar hembras con señales de actividad reproductiva, la veda en áreas de cría y los derechos territoriales de pesca (TURF), entre otras regulaciones. En 2008, como medida para evitar capturas excesivas ante posibles aumentos en la capturabilidad, se implementaron cuotas de captura permisibles (TAC), basadas en la estimación actualizada de F40%, o sea, la tasa de mortalidad por pesca asociada al 40% del potencial reproductivo en estado de no explotación. Para evaluar el estado de la pesquería y el efecto de diferentes escenarios de manejo, se utilizó un modelo bioeconómico dinámico (Costello et al., 2016) con datos históricos de captura y esfuerzo, incluyendo estimaciones de mortalidad por pesca atribuida a Pesca Ilegal, no Declarada y no Reglamentada (Alzugaray et al., 2018). Los resultados muestran que la biomasa se encuentra en niveles sostenibles y la pesquería se ha mantenido ligeramente por debajo del punto de referencia FMEY (rendimiento máximo económico) desde 2012. Garantizar a largo plazo este nivel de explotación (FMEY) minimizando la Pesca Ilegal, no Declarada y no Reglamentada, proporciona los mayores beneficios económicos con condiciones de sostenibilidad en esta pesquería.

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